Opinión

|

Para quienes siguen indecisos con su voto en Bogotá

 

Este artículo tiene el propósito de ayudar a las y los bogotanos indecisos a definir el voto a pocos días de las elecciones. Sobre todo, para aquellas personas cuyas principales preocupaciones tienen que ver con temas de justicia y seguridad en la ciudad. Así que por favor envíelo en sus grupos de WhatsApp familiares, de amigos y colegas, la lectura no tomará más de 10 minutos y prometemos que ayudará a formar argumentos para tomar una decisión. Particularmente si las encuestas de redes que lo vinculaban con candidato según su signo zodiacal lo dejaron confundido; o el Cupibot de la Silla Vacía le gustó, pero quedó con la intención de leerse los programas de gobierno y no le alcanzó el tiempo, porque la vida adulta es dura y ocupada.

 

Dicho lo anterior, le presentaremos seis temas sobre los que hemos reflexionado críticamente leyendo los programas. Al final de cada tema, le dejaremos una tabla que describe en pocas palabras las propuestas de tres de los candidatos en esos temas. Con esto queremos promover un diálogo informado en estos asuntos y ayudarle a tomar la decisión sin decirle qué candidato es mejor que otro, ya que eso, al final, es subjetivo y convivir en democracia con esas diversas subjetividades es lo realmente importante.

 

1. ¿Dónde están las soluciones basadas en evidencia?

Los programas de gobierno son herramientas extrañas, uno los lee y todos resultan tener muchas coincidencias, y en ocasiones uno sale de leerlos más confundido con su voto de lo que entró. En general creemos que a pesar de querer presentar “soluciones basadas en evidencias”, tienen diagnósticos bastante precarios y presentan sus propuestas en eslóganes sencillos que, como todo en la política electoral, parece invitar a enamorarse de un proyecto político más que a pensar críticamente sobre la situación de la ciudad o la región. No que el amor no sea reflexivo o crítico, pero aceptémoslo, al menos en los primeros meses puede ser como el clásico de Shakira, ciego, sordo, mudo y testarudo.

 

La mayoría de programas tienen entre sesenta y cien páginas, pues apuntan, primero, a cumplir con la formalidad requerida; segundo, a servir como una herramienta de campaña entre los votantes que los leen; tercero, a dar un rumbo general, al menos, en el comienzo del mandato. Así, no es necesario que desarrollen una tesis doctoral sobre la región que pretenden gobernar. Sin embargo, sí sería deseable que tuvieran una descripción general de cuáles son los problemas principales que creen que existen, antes de presentarnos las soluciones. Como veremos en cada uno de los temas, ese ejercicio es escaso en la mayoría de programas. Los planes que leímos presentan algunos mapas, algunas cifras, y algunas de las propuestas mencionan los problemas que quieren solucionar pero por lo general no existe conexión entre problema-solución y evidencia sobre por qué esa solución es la mejor o la más costo-efectiva.

 

2. ¿Cuál crimen organizado?

La mayoría de candidatos reconocen que el crimen organizado es un problema grave que no puede ignorarse y respecto del cual es necesario dar respuestas. Pero las alternativas de política propuestas en los planes no muestran bien cuál es el problema al que responden, o de qué forma las propuestas son, en efecto, soluciones.

 

Primero, los planes de gobierno hacen menciones genéricas a organizaciones criminales, estructuras o bandas. Pero no sabemos bien a qué tipo de organizaciones se refieren. Algo que es fundamental para la propuesta, pues las estrategias en contra de estructuras complejas y de funcionamiento permanente, pueden ser totalmente diferentes a las dirigidas en contra de grupos pequeños y de funcionamiento inhabitual. Ahora bien, Oviedo menciona de forma transversal el objetivo de enfrentar las organizaciones de hurto y extorsión. Lo cual puede incluir tipos muy diversos de grupos – y deja de lado la fuerte asociación entre crimen organizado y violencia–. Por su parte, Bolívar propone aplicar mecanismos de sometimiento a grupos ilegales, sin explicar qué tipo de estructuras pueden ser receptoras de estas estrategias.

 

Segundo, los planes no precisan el contenido de las propuestas. En particular, no definen mínimamente aquello que estas pretenden solucionar. Por ejemplo, Galán y Oviedo plantean que fortalecerán la inteligencia y la investigación penal, sin establecer en qué consiste dicho fortalecimiento. ¿Cuáles son las capacidades que es necesario fortalecer? ¿Se quiere solucionar un problema de personal? Eso no es para nada claro. Lo mismo sucede con quienes hacen referencia a la lucha contra las finanzas criminales. Galán propone crear una seccional de la UIAF en Bogotá, sin explicar de qué forma ello es necesario para mejorar la investigación financiera en la ciudad. O Bolívar propone focalizar la persecución “en los mecanismos económicos, de financiamiento”, sin desarrollar de qué manera esto se distingue de lo que han intentado hacer múltiples mandatarios nacionales y locales en las últimas dos décadas.

 

 

Juan Daniel Oviedo

Carlos Fernando Galán

Gustavo Bolívar

¿Cuál crimen organizado?

El candidato en su programa prioriza la inteligencia y la investigación criminal para ellos propone una hoja de ruta de fortalecimiento en las capacidades en las líneas de inteligencia e investigación criminal de la Policía Nacional (DIPOL-DIJIN). Adicionalmente, establece una mesa de trabajo permanente para atender los delitos asociados con el comportamiento de bandas criminales (Hurto y Extorsión), además de aumentar los recursos para la disponibilidad de jueces y fiscales mejorando procesos de judicialización. Entonces el fortalecimiento de estos componentes son ejes fundamentales para desarticular y afectar al crimen organizado. En su programa, Galán hace mención a un "Plan Integral contra el Crimen Organizado" en donde abarca el tema de lucha contra los grandes cabecillas de las cadenas delincuenciales para impedir que el crecimiento de estas bandas sea más rápido que la respuesta del Estado. Del mismo modo, menciona que la Alcaldía apoyará a la Rama Judicial con infraestructura, tecnología y recursos humanos mediante convenios con la Fiscalía y la Dirección Ejecutiva de la Administración Judicial, que nos permitan avanzar en el esclarecimiento de delitos y la reducción de la impunidad. También, fortalecerá las capacidades de inteligencia e investigación criminal de la Policía Metropolitana de Bogotá y promoveremos la creación de una seccional de la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) para Bogotá, que trabaje con las entidades del distrito en perseguir la capacidad económica del crimen organizado. En el programa de Bolívar, la mayoría de las propuestas de seguridad a corto y mediano plazo se basan en el uso de big data, cámaras y aumento de pie de fuerza. Sin embargo, tiene un énfasis en la construcción colectiva de la seguridad a través de temas de paz, memoria y reconciliación, en el que propone temas alrededor del apoyo a la “paz total”, apoyo a organizaciones y entidades vinculadas con temas de Derechos Humanos. En ese marco, propone apoyar la iniciativa de la paz total del gobierno nacional, poner a Bogotá como sede de diálogos e incentivar el sometimiento de grupos delincuenciales. Por ejemplo, en el pilar de “seguridad como construcción ciudadana”, se propone de manera abstracta el incentivo a los derechos humanos, con perspectiva de género, enfoque diferencial y reparación frente a la inequidad, estigmatización y desplazamiento. Así, en otras medidas más abstractas alrededor de la criminalidad organizada en la ciudad se propone el fortalecimiento de los Consejos Distritales de Paz para construir una política de paz y reconciliación. 

 

3. Tecnología al servicio de la seguridad: muchas cámaras, pocas luces y menos acción

“Ojos en la calle”, es un concepto que acuñó Jane Jacobs para referirse a la idea de que la seguridad en las ciudades puede venir de la vigilancia del espacio público por parte de los ciudadanos que se lo apropian. Esto puede tener efectos positivos en la percepción y en la experiencia de seguridad. Espacios públicos concurridos, con presencia de testigos y de personas que eventualmente pueden reaccionar ante la comisión de un delito, pueden ser disuasorio de cierta criminalidad que se favorece de la soledad de las calles.

 

Los candidatos que analizamos proponen la instalación de cámaras, y algunos la adquisición de drones, para garantizar la seguridad. Aunque esta idea puede atraer votantes porque es muy intuitiva, no es claro qué se pretende con ella ni cuál es la estrategia detrás de esta tecnología. Si lo que buscan es prevenir la delincuencia, la evidencia empírica no es coincidente en que las cámaras sean útiles para esto. Algunos estudios muestran que sí sirven, otros que solo en lugares muy específicos como los parqueaderos, otros que no sirven, otros que lo que hacen es desplazar a los delincuentes a lugares sin cámaras, etc. Si lo que buscan es apoyar la investigación de delitos, las cámaras sí pueden servir, pero ningún candidato ha dicho cómo va a garantizar su efectividad, pues las imágenes que esta tecnología registra suelen quedar guardadas solo por un tiempo, para así liberar espacio para otras grabaciones. Los problemas son que en múltiples ocasiones las cámaras en realidad no funcionan. Aunque también es un problema usual que si los fiscales se demoran en solicitar las grabaciones las imágenes ya fueron eliminadas.

 

Ningún candidato tampoco ha explicado cómo garantizar que las cámaras no sean utilizadas perversamente, como para perfilar personas que protestan pacíficamente y que pueden temer legítimamente sufrir represalias ilegales. Es decir, las cámaras pueden inhibir a las personas de ejercer derechos y de hacer algunas cosas, que no son ilegales, pero que prefieren no hacer si están siendo observadas y grabadas. Ante estos graves vacíos de la propuesta y conscientes de la invasión a la intimidad que las cámaras suponen, lo positivo que por ahora se nos ocurre de la instalación de cámaras es esto: que las personas, debido a la intuición que generalmente se tiene sobre su efectividad, se apropien del espacio público porque se sienten seguras y con ello mejoren globalmente la percepción y experiencia de seguridad.

 

 

Juan Daniel Oviedo

Carlos Fernando Galán

Gustavo Bolívar 

Tecnología al servicio de la seguridad: muchas cámaras, pocas luces y menos acción

El candidato propone instalar cámaras de alta definición en puntos estratégicos para aumentar la capacidad de monitoreo y vigilancia. También menciona la necesidad de utilizar técnicas de análisis de datos para identificar patrones de comportamiento y predecir posibles incidentes de seguridad, permitiendo una mejor prevención y respuesta. El programa incluye el fortalecimiento de capacidades tecnológicas del Centro de Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo para la integración de entidades de seguridad y emergencias. Se harán inversiones en equipos de punta, formación y capacitación para los funcionarios.   El programa propone la instalación de cámaras de reconocimiento facial en lugares estratégicos de la ciudad con el fin de fortalecer las labores de vigilancia. Se priorizará herramientas de analítica de datos para la investigación criminal predictiva, para prevenir la reincidencia y orientar las actividades de vigilancia y operativas de la MEBOG. En el programa de Gustavo Bolívar las propuestas de seguridad en el corto y mediano plazo tienen que ver con el uso de tecnología, cámaras, drones, y big data para aumentar la seguridad en la ciudad. Todos los candidatos tienen propuestas en este sentido, pero particularmente propone un sistema de cámaras de lectura de placas para investigar vehículos que se hayan usado para la comisión de delitos y la compra de dos drones para la Policía de Bogotá. 

 

4. Una promesa difícil de cumplir: más policías en las calles

Los analistas y expertos en seguridad coinciden en señalar que Bogotá es una ciudad con muy pocos policías. Todos los secretarios de seguridad se han quejado de esto y le han pedido -casi que rogado- al gobierno nacional para que aumente el número de efectivos. Ninguno ha logrado mayor cosa: unos cuantos policías más que luego se mueven a otros lugares del país y promesas de nuevos en el futuro que jamás se incorporan.

 

Todos los candidatos para la Alcaldía de Bogotá dicen que Bogotá tiene que llegar, mínimo, al estándar de 300 policías por cada 100.000 habitantes. Oviedo dice que se necesitan 5.300 policías adicionales, Bolívar recalca la necesidad de aumentar su número y Galán promete que le propondrá al Congreso un cambio normativo para incrementar el pie de fuerza con recursos de Bogotá.

 

Un alcalde tiene muy poco margen y capacidad real para aumentar el pie de fuerza. Toda su capacidad se limita al poder de persuasión que tenga sobre la Policía Nacional. Hay dos factores que determinan esa influencia: la cercanía del Secretario de Seguridad con los mandos de la Policía y el uso estratégico de los miles de millones que tiene a disposición la Alcaldía para financiar inversiones de la Policía en Bogotá. Es, en últimas, un juego de toma y daca: yo pongo esto para que tú me des esto otro. De cómo se juegue depende el número de policías disponibles para la ciudad. Por otro lado, esta situación plantea una preocupación en relación con la construcción de CAIs. Es como si se propusiera construir numerosos refugios sin ocupantes reales. La construcción de CAIs sin suficientes policías disponibles para operarlos plantea interrogantes sobre la eficacia de estos recursos destinados a la seguridad de la ciudad.

 

 

Juan Daniel Oviedo

Carlos Fernando Galán

Gustavo Bolívar

Una promesa difícil de cumplir: más policías en las calles

El candidato busca asignar un general que acompañe al comandante de la MEBOG para mejorar la comunicación y la estrategia de presencia de la Policía en la ciudad. Calcula un déficit de 5.300 policías en la ciudad, propone aumentar el presupuesto de $1.2B a $1.6B para pasar de 16.000 a 23.000 policías y aumentar los recursos para la Escuela de la MEBOG para tener un mayor número de policías exclusivos para Bogotá.  El programa de Galán busca mayor liderazgo por parte de la Alcaldía para que haya una cooperación con la rama legislativa y se puedan proponer cambios normativos referentes aumentar el pie de fuerza con recursos propios de Bogotá. No es específico en un número o un monto designado a este tema.  El programa en su capítulo de seguridad en mediano plazo menciona explícitamente una solicitud que hará el alcalde al gobierno nacional, su aliado, para que "logremos equiparar nuestra Policía Nacional al estándar internacional de 300 policías por cada 100 mil habitantes".

 

5. ¿Y el género para cuándo?

Bogotá, pese a múltiples esfuerzos, no ha logrado dejar de ser una de las ciudades más violentas y de mayor riesgo para las mujeres -de todas las edades- y la población LGBTIQ+. Por esto es esencial que la próxima Alcaldía implemente acciones con enfoque de género para la construcción de una ciudad en donde las niñas, las mujeres y la población LGBTIQ+ sean protagonistas de una vida libre de violencias y desigualdades. Sin embargo, las propuestas de género que son bandera de los tres candidatos, están siendo abordadas desde tres posibles lugares: plantear alternativas meramente discursivas, incluir sólo algunos mecanismos que llevan a desconocer otras modalidades de violencia basada en género o de desigualdad o plantear alternativas para mantener los programas que se han implementado, sin un diagnóstico serio sobre su efectividad.

 

Ninguno de los candidatos incluye un diagnóstico sobre la realidad actual de las violencias basadas en género en Bogotá. Sin embargo, en términos de propuestas, todos concuerdan con fortalecer el Sistema de Cuidado que ha implementado la Alcaldesa Claudia López, y que ha sido un hito a nivel nacional e internacional. Por su parte, Bolívar y Oviedo incluyen propuestas relacionadas principalmente con las alternativas para mujeres en el mercado laboral, lo cual si bien es importante, deja de lado otros aspectos sobre género que actualmente requieren de mayor atención y gestión por parte de la institucionalidad, como los mecanismos de prevención de violencias, y las labores de las autoridades que investigan y judicializan, entre otros. Además, respecto a la población LGTBIQ+, Oviedo plantea propuestas relacionadas con la prevención de discriminación en contra de la inclusión laboral, aún cuando este no es el único escenario en el que se presentan actos de esta naturaleza.

 

Galán, por otro lado, propone seguir trabajando sobre lo que está construido y aumentar las capacidades del Distrito para proteger la vida y la seguridad de las mujeres. Dentro de este escenario, incluye propuestas como articular las Casas de Justicia con el Centro de Atención Integral a Víctimas de Violencia Sexual, aumentar la capacidad de las Casas Refugio y capacitar personal de salud, a la Policía y a otros actores como Comisarías de Familia, para evitar escenarios de revictimización. Aun así, Galán también incluye afirmaciones que se quedan en lo discursivo respecto a la eliminación de los tipos de violencia, o incluso la erradicación del machismo, sin abordar ningún diagnóstico o una propuesta aplicable en la práctica.

 

 

Juan Daniel Oviedo

Carlos Fernando Galán

Gustavo Bolívar 

Género

El candidato propone cerrar las brechas de género en el mercado laboral para lograr la igualdad de oportunidades y promover diversidad e inclusión. Para ello se propone promover la educación en igualdad de género desde edades tempranas, incluyendo el tema en programas escolares. Se promoverán las políticas de trabajo flexibles para permitir que los hombres y las mujeres puedan equilibrar sus responsabilidades laborales y familiares y se apoyará el emprendimiento femenino a través de programas de capacitación, financiamiento y mentoría. También se incluye un capítulo de rutas de atención con enfoque diferencial e interseccional, en las que se incluye la implementación de protocolos de prevención de la discriminación en contra de la inclusión laboral de la población LGTBIQ+.  Este programa incluye un capítulo específico sobre "Protección a la vida y seguridad para las mujeres" dentro del cual se hace referencia a seguir fortaleciendo el Sistema de Cuidado, a integrar acciones ante peligro inminente y programas que promuevan la protección frente a violencias basadas en género, a articular las Casas de Justicia Móviles con el Centro de Atención Integral a Víctimas de Violencia Sexual y a impulsar procedimientos judiciales en las Casas de Justicia con enfoque de género. Adicionalmente, se plantean estrategias para evitar el acoso a la mujer, especialmente en el transporte público, relacionadas con la priorización de atención de casos por parte de los gestores, comisarías de familia e inspectores de policía. Finalmente, se desarrollarán capacitaciones con el personal de salud, seguridad y justicia para garantizar una atención de casos de violencia sexual o trata de personas sin revictimización. Se aumentará la capacidad de Casas Refugio.   El candidato propone mantener y fortalecer el sistema de cuidado que beneficia actualmente a las mujeres, sobre quienes recaen en gran medida las labores no remuneradas de cuidado. Adicionalmente, de forma interesante, propone un seguro de desempleo para mujeres de estratos 1,2, 3 y 4 que hayan perdido su empleo luego de mínimo 6 meses en una empresa formalizada. Aclara que se analizará según la capacidad fiscal si ese seguro se puede otorgar por hasta tres meses, por hasta un salario mínimo. En general también propone la protección de todas las diversidades de género y orientación sexual, particularmente con la actualización de la política pública para la diversidad. Así como una estrategia para la inclusión socioproductiva de comunidades discriminadas y campañas de sensibilización y pedagogía por la no discriminación.  

 

6. Cambio de enfoque en la justicia: por una justicia más restaurativa y efectiva

Fortalecer los mecanismos de acceso a la justicia y garantizar su efectividad respecto a las necesidades ciudadanas ha sido uno de los principales dolores de cabeza de la Alcaldía en Bogotá. La solución pacífica de los conflictos cotidianos, los mecanismos para facilitar la denuncia, el incremento de disponibilidad de jueces y fiscales, el avance en Cárcel Distrital 2 y la creación de programas para disminuir la reincidencia son algunas de las propuestas que toman fuerza dentro de los programas de gobierno de los tres candidatos. Sin embargo, a diferencia de otros ejes temáticos, como la seguridad y la movilidad, podríamos decir que las propuestas sobre justicia están dentro de los puntos ausentes de los programas.

 

Aún así, en Bogotá el concepto de justicia restaurativa se ha ido popularizando, afortunadamente. Una definición sencilla es, una justicia que pone en el centro la solución de los daños sociales del delito. Es decir, es una justicia que convoca a la víctima, al acusado, y en general a quienes se vieron afectados por el delito, para definir cuáles fueron los daños y proponer maneras creativas de solucionarlos y sus efectos en el tejido social. La justicia en Colombia en general avanza en ese sentido, pero tiene una tradición más bien punitivista, es decir, todo lo contrario.

 

Cambiar la justicia colombiana es algo que, por supuesto, está por encima de lo que puede hacer el alcalde de Bogotá. Sin embargo, es esperanzador que al menos los tres candidatos acá analizados mencionan la justicia restaurativa en su programa. Actualmente, Bogotá tiene una oferta interesante de programas de este tipo para el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes; que es el sistema encargado de la sanción de los delitos cometidos por personas entre los 14 y los 18 años. Éste debe ser, en teoría al menos, más restaurativo que el de los adultos. Sin embargo, la ausencia de programas para acoger a los adolescentes en muchas ocasiones ha generado que los jueces opten por sancionarlos con privación de la libertad, es decir, la sanción con menor potencial restaurativo. Así, propuestas en el sentido de fortalecer este tipo de programas en el sistema para adolescentes pueden ser importantes.

 

Esto tiene mucho que ver con la seguridad de la ciudad, pues este tipo de justicia suele tener menores índices de reincidencia y evita que los jóvenes pasen de ser sancionados en su adolescencia a cometer crímenes como adultos. Ahora bien, también se debe intentar promover estos programas entre las personas acusadas, penadas o pos-penadas en su adultez. Las propuestas en este sentido son muy deseables, aunque su ejecución supondría retos mayores de implementación en un sistema penitenciario, carcelario y judicial poco acostumbrado a ellas. Sin embargo, es importante comenzar, y Bogotá ha demostrado que puede ser un excelente laboratorio para cambiar paradigmas de justicia.

 

 

Juan Daniel Oviedo

Carlos Fernando Galán

Gustavo Bolívar

Acceso a la justi​cia y justicia restaurativa

Este programa propone la asignación de recursos financieros para incrementar la disponibilidad de jueces y fiscales para atender efectivamente los procesos de judicialización derivados de la contención del crimen en la ciudad. En el marco de la aplicación de la política criminal, se propone crear programas de justicia restaurativa en asocio con los Establecimientos de Reclusión del Orden Nacional para disminuir la reincidencia. De igual forma, se van a identificar a las personas que puedan ser líderes de sus comunidades para que cumplan con el papel de interruptores de violencia en el marco de la justicia restaurativa.  El candidato en su programa incluye un eje de justicia para las víctimas de delitos, el cual tiene como objetivo orientar a las víctimas y facilitar la denuncia a través de gestores judiciales y aumentando las Casas de Justicia Móviles. Estableceremos una mayor articulación con la rama judicial para el fortalecimiento de la Justicia Restaurativa en el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente. El programa vincula sus propuestas de seguridad con construcción de ciudadanía, y allí vincula unas pocas propuestas sobre justicia, en particular el impulso de “la justicia comunitaria, la negociación y la solución pacífica de los conflictos cotidianos”; así como la promoción de  “el desarrollo de la justicia restaurativa, la conciliación, la alternatividad penal y la responsabilidad penal adolescente”. 

 

 

Y entonces, ¿por quién votar? 

En este artículo hicimos un balance de seis ejes temáticos relacionados con lo que trabajamos en el Laboratorio de Justicia y Política Criminal. Por principio creemos en las discusiones críticas e informadas, y en ese sentido hacemos esta breve contribución al debate electoral por la Alcaldía de Bogotá. Como enunciamos al inicio del texto, queremos promover el diálogo informado, sin pretensión política alguna y con la convicción de que, más allá de lo que ocurra el próximo domingo, convivir en democracia es lo realmente importante.

 

 

 

 

 

Conéctate con las últimas publicaciones de LJPC ¡AHORA!

SABER MÁS textura